- Educación ético-cívica.
El debate en torno a la necesidad de educar moralmente a la sociedad sigue igual de vigente que en la época de Kant. La necesidad de postular una serie de principios morales como universales y necesarios para que la sociedad pueda dirigir sus pasos hacia un mundo mejor está vigente. Claro ejemplo de estilo fue la Declaración de los Derechos Humanos, que, siguiendo la búsqueda de una moral universal al estilo de Kant, trató de asentar unos principios que fueran válidos para todos los hombres. Con la Declaración de los Derechos Humanos se pone de manifiesto la posibilidad de universalizar un mínimo de criterios morales.
Si extrapolamos esto a la educación obligatoria, y más en concreto a la asignatura de Ética (indistintamente de las diversas denominaciones y cambios que ha sufrido a lo largo de los años), podemos observar que en el sistema educativo existe una intención de educar en valores universales a la población tratando de fomentar parte del imperativo categórico kantiano. Ese imperativo postulaba que se debe obrar deseando que la forma de actuar sea una forma de actuar universal, y los valores como la solidaridad, la compasión y la defensa de la libertad que se tratan de explicar en los centros educativos tienen esa herencia kantiana de presentar estos valores bajo la sombra del imperativo categórico.
En los últimos años ha existido un debate político en España en torno a la política educativa y, más en concreto, en torno a la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Los partidarios de dicha asignatura se mostraban a favor de educar al alumnado de la enseñanza básica obligatoria en unos valores determinados que pensaban que estaban en consonancia con la sociedad del momento, los detractores de implantar esta asignatura de obligado cumplimiento defendían que el sistema educativo no tenía el derecho de educar en algunos de estos valores, puesto que la educación moral de debe pertenecer al sistema educativo, sino que esta es una responsabilidad de los progenitores. Algunos de ellos llegaron a alegar que la moral del sujeto no puede estar condicionada por el seguimiento de unos valore, al estilo de la moral material contra la que tanto había luchado Kant. Este debate, el de la formación moral del individuo, todavía sigue vigente.
- Códigos deontológicos.
Siguiendo con la herencia que deja Kant sobre todo en el campo de la ética, tenemos que destacar la creación de los códigos deontológicos de las profesiones. Si bien es cierto que la deontología ya existía desde tiempos antiguos, será Kant el que con la construcción de la ética del deber ponga en auge dichos códigos deontológicos. Los códigos deontológicos son unos manifiestos compuestos por una serie de valores y de normas que asumen voluntariamente aquellos que empiezan a formar parte de una actividad profesional. El eje en el que se centran estos códigos deontológicos es la ética y, principalmente, la ética profesional.
En este sentido, los códigos deontológicos tienen una herencia kantiana porque no obligan legalmente a que se tengan que cumplir: el individuo acepta voluntaria y libremente que existe una especie de código de honor que conlleva el ejercicio de una profesión y que, por tanto, debe actuar así. Es un deber, no una norma legal ni una obligación profesional impuesta; se trata de una moral del deber. Es una extensión de la ética kantiana.
De entre los códigos deontológicos más conocidos destacamos el de la medicina, que parte del juramento hipocrático, según el cual el futuro médico se compromete a usar sus conocimientos de medicina siempre buscando el beneficio del enfermo, absteniéndose de ser corrupto y guardando en todo momento el secreto profesional. Visto así, no deja de ser una declaración de intenciones de cómo debe actuar un médico que acepta de modo libre y voluntario este juramento.
Otros códigos deontológicos destacables son los del periodismo y la psicología, que se asemejan en sus intenciones al anterior.
(Ruiz Sánchez J.C. Historia de la Filosofía. Bachillerato 2. Andalucía y Canarias. Editorial Mc Graw Hill. Madrid. 2013)